El Padre María- Eugenio, Enrique Grialou, nació el 2 de diciembre de 1894, en una modesta familia de un pueblo minero de la región de Aveyron, en Francia. Desde niño se sintió atraído por el sacerdocio. Ni la pobreza de su familia, ni la Primera Guerra Mundial (1913-1919), en la que experimentó la protección de santa Teresita, le apartaron de esta decisión de ser sacerdote, al contrario, le hicieron madurar su vocación y su deseo de entregarse completamente a Dios.

Leyendo la vida de san Juan de la Cruz descubrió su vocación al Carmelo, en el que ingresó recién ordenado sacerdote, el 24 de febrero de 1922, tomando el nombre de fray María – Eugenio del Niño Jesús. Convencido de la riqueza de la espiritualidad carmelitana y de su actualidad, dedicó toda su vida a difundir esta doctrina en los ambientes más diversos. Llamado por Dios para transmitir su gracia a una familia espiritual, fundó en 1932 con María Pila el Instituto Secular Notre-Dame de Vie, en Francia. Entre 1949 y 1951, publicó su obra ‘Quiero ver a Dios, síntesis de la enseñanza de los maestros del Carmelo: Teresa de Jesús, Juan de la Cruz y Teresita del Niño Jesús. A esta enseñanza añadió su propia experiencia de contemplativo y apóstol. De 1937 a 1955, ocupó varios cargos de responsabilidad en la Orden del Carmelo Descalzo.

Falleció el 27 de marzo de 1967, un lunes de Pascua, día en que el Instituto festeja a Nuestra Señora de la Vida en la alegría de la resurrección de su Hijo Jesús.<br>En 1985 se abrió el proceso de canonización. El 19 de noviembre de 2016 se celebró su beatificación en Aviñón Francia. Su fiesta se celebra el 4 de febrero.